Definitivamente, he flipado con el final de la quinta temporada de “Lost”. Y no porque la trama quede suspendida en un instante sencillamente cardiaco, hasta la sexta (y dicen que final...). Esto es habitual.
Tampoco porque mas o menos me seduzcan la rupturas de las reglas espacio-temporales, tanto desde el punto de vista narrativo como argumental. Esto ya se apuntaba con obviedad y acierto en la season anterior.
Lo que claramente me ha dejado a cuadros es el derrotero crítico-religioso que ha tomado el asunto. Particularmente, lo relacionado con el misterioso personaje de Jacob. En este sentido, son de una elocuencia diáfana las escenas inicial y la final en las que aparece por fin este pretendido sosias... ¿de Dios?
Tampoco porque mas o menos me seduzcan la rupturas de las reglas espacio-temporales, tanto desde el punto de vista narrativo como argumental. Esto ya se apuntaba con obviedad y acierto en la season anterior.
Lo que claramente me ha dejado a cuadros es el derrotero crítico-religioso que ha tomado el asunto. Particularmente, lo relacionado con el misterioso personaje de Jacob. En este sentido, son de una elocuencia diáfana las escenas inicial y la final en las que aparece por fin este pretendido sosias... ¿de Dios?
By Harry Callahan
2 comentarios:
Lo que está claro es que esa explicación científica que decía que iban a dar -es decir, no sobrenatural- no va a ser tal. Lo más probable sea que al final Jack abra los ojos... y todo sea un sueño... En fin, espero que la decepción no sea mayúscula (como la de Alias).
Espero cualquier cosa, lo malo es que J. J. Abrahams no es el Fritz Lang de "La mujer del cuadro"...
Publicar un comentario