domingo, 27 de septiembre de 2015

"LA VISITA": Shyamalan y las vainas


No sé si recordareis “La invasión de los ladrones de cuerpos”. Ese clásico del cine fantástico y de terror en el que, de la noche a la mañana, la gente cambiaba, ya no era la misma. Al final, se descubría que unos extraterrestres se habían apoderado de sus cuerpos, transformándolos en un duplicado exacto, pero sin alma ni emociones. No sé si a M. Night Shyamalan le habrá ocurrido igual, lo cierto es que, desde que rodase, hace más de 10 años, “El bosque”, a este fulano parece que se lo ha merendado un alienígena, porque no ha hecho nada ni remotamente a su altura desde entonces, con la particularísima huella de su genio vamos. Os recuerdo que se trata del autor de “El sexto sentido”, “Señales” o del mejor filme de superhéroes que se ha hecho jamás: “El protegido”. Pero ya digo, desde entonces tontadas como “La joven del agua”, “After Earth”, horrores como “Airbender” y gazpachos indigeribles como la serie de tv “Wayward Pines”. 

Decían que con “La visita”, volvía al terror, su género favorito. Y que con ella recuperábamos al cineasta perdido que todos añorábamos. Bueno, hace falta ser muy bien intencionado, muy fan, jefe de prensa de la distribuidora o no haber visto las mejores cintas de este tipo para no frotarse los ojos, cuando se leen este tipo de comentarios flipones.
“La visita” es, en el mejor de los casos, una comedia de terror, homenajeadora de lugares comunes, amante de las series B y emuladora de aquellos episodios de series tipo "Alfred Hitchcock Presenta". Pero esta peliculita adolece de la enjundia, hechuras, gusto por los detalles y ánimo de asombro en la platea que tenía Shyamalan cuando era uno de los realizadores más cojonudos de su generación. 


La cinta quizás se vea con sonrisa de medio lado, si jamás la tomas en serio y te pilla muy de buenas. Sino, frustra, cabrea y dan ganas de mandar a su autor a vender frigoríficos a los esquimales. Sin que la modestia de su presupuesto y pretensiones sean disculpas para dejarse tomar el pelo. Una verdadera lástima, otra vez. 
Definitivamente, creo que alguien debería comprobar si en el invernadero del hogar de los Shyamalan hay vainas vacías, como las de la película del maestro Don Siegel.


NOTA: 3/10

TÍTULO ORIGINAL: The Visit