jueves, 27 de octubre de 2011

"MARGIN CALL": Gangsters de cuello blanco

“Margin Call” es en esencia un thriller, una película de atracos contada casi en tiempo real. La única diferencia es que aquí los ladrones no llevan pasamontañas, ni amenazan con matar a punta de pistola, sino que van encorbatados y utilizan como arma la ingeniería financiera para igualmente llevársenos la pasta. De hecho, más que un banco de inversión la corporación del filme (una indisimulada sosías de Lehman Brothers) es ciertamente un sindicato mafioso, con su capo al frente (un impresionante Jeremy Irons), con sicarios que en lugar de matar, despiden, y con el célebre lema gansteril “no es personal, son negocios” por corolario que todo justifica. 

Además, como en toda buena banda de gangsters, a medida que transcurren los años en ella y se asciende en el escalafón, más se deshumaniza el alma, se desprecia cualquier clase de límites morales, y más se vende la existencia al Diablo que lo quiere todo y que te dejará sin nada si te interpones o pretendes tener algo tan sencillo como una vida al margen. 
Enfatizando cuanto digo, el atraco que cronologiza la película del inspirado debutante J. C. Chandor, responsable también de su brillante guión, se hace con premeditación y tiene lugar, como los buenos robos, embozados en la nocturnidad, metafóricamente fotografiada en la semi penumbra en la que actúan los personajes en la oficina, cuando ya no hay nadie. 
Y como si todo ello no justificase ya de por si el visionado de “Margin Call”, la cinta está cuajada de inspiradas metáforas como la del abismo en la azotea, o el sonido de la pala enterrando sobre los títulos de crédito finales. Y está construida sobre la base de diálogos escritos con incisión expeditiva, con intención pero sin panfletarismo, y además dotados de una brutal verosimilitud a la que contribuye como guinda un casting de actores al que no cabe oponer pero alguno. Kevin Spacey, Zachary Quinto, Paul Bettany, Simon Baker, Demi Moore o Stanley Tucci, están sinceramente brillantes, y sobresaliente, insisto, un Jeremy Irons felizmente recuperado para el cine con mayúsculas, después de los excesivos trabajos alimenticios encadenados en los últimos años. 
De este modo, “Margin Call” se erige en un filme diseccionador del alma del capitalismo que recuerda a la estupendamente escrita por David Mamet “Glengarry, Glen Ross” y que resulta tan imprescindible como “Inside Job”, para que no nos la den con queso a la hora de entender el porqué de la crisis que nos ha tocado sufrir.

by Harry Callahan

NOTA: 8/10

TÍTULO ORIGINAL: "Margin Call"


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DATOS ADICIONALEShttp://www.imdb.com/title/tt1615147/

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