sábado, 3 de agosto de 2013

"GUERRA MUNDIAL Z": Los zombies son una plaga y yo soy el remedio

Los designios del Señor son inescrutables. Eso es lo que debió pensar Marc Forster cuando tras realizar “Monster´s Ball”, “Más extraño que la ficción” o “Descubriendo nunca jamás”… ¡le encomiendan un Bond! Y no uno cualquiera, sino la ansiada continuación de “Casino Royale”. O mejor aún, cuando tras realizar ese encargo con más pena que gloria, ¡le cae en las manos “Guerra Mundial Z”¡. 

Pero si yo no sé rodar acción. ¿No visteis “Quantum of Solace”?. Si se lo dejo casi todo a los chicos de la segunda unidad. Si mi planificación de las escenas cuerpo a cuerpo (donde un realizador del género se la juega) es un galimatías sin punto de vista... Ya Marc, pero tienes cierto gusto estético y eres ¿dócil? en los rodajes a las exigencias de los que ponen la pasta. Y luego es cosa de montar y postproducir… 
Y ahí tenemos nuevamente a un director de historias más o menos pequeñas, de estilo narrativo introspectivo y personajes de cierta huella, al frente la mega adaptación de un problema muy gordo que ha dejado en la cuneta a varios guionistas, ha triplicado presupuesto y ha agotado las páginas del libro de las anécdotas desafortunadas, llevándolo al borde de su cancelación un sinfín de ocasiones.

Pitt diciéndole a Forster como rodar

Con estos antecedentes, la sorpresa no es que el filme sea un vehículo de lucimiento de su absoluto protagonista y productor (muy a lo Cruise), Brad Pitt. No extraña que del libro original en que se basa la peli solo queden un par de líneas que justifiquen el uso de su título y el pago de millonarios royalties... Lo verdaderamente sorprendente es que el resultado final sea un entretenimiento evasivo veraniego más que digno. Con unas escenas, por instantes, sencillamente espectaculares. Con un ritmo y tensión que te mantiene atado a la butaca, pese a que el guión les haya quedado tan simplón como ridículo. 
Lo de menos es que el gore y la sangre no existan en una de guerra mundial contra los zombies, amigos (hay que evitar una calificación por edades que limite los beneficios de taquilla). Tampoco importa que Pepsi propicie el product placement más ridículo y sonrojante que he visto. Ni que el prota, un tío suertudo donde los haya, melena al viento, salve al mundo enmendándole la plana a todo científico que se le cruce. 


Ignorad el rosario de personajes torpes, reíros con los móviles inoportunos y el montón de trucos clásicos del género Z… Abandonaros a la evasión pura y dura, la yanqui palomitera, la que mola de vez en cuando. Esa que, hablando de epidemias, ni por asomo tenía el experimento aséptico que fue “Contagio” de Soderbergh. Y dejaros entretener, que no es poco, con esta milagrosamente efectiva cinta que no hay que pensar, ni discutir, ni usar para otra cosa que no sea para pasar una rato al fresquito aire acondicionado de una sala de cine un día de verano.

By Harry Callahan

NOTA: 6,5/10

TÍTULO ORIGINAL: "World War Z"