domingo, 2 de noviembre de 2008

SERIES: "TRUE BLOOD", sexo, sangre y vampiros

He de reconocer que no tengo la inquietud literaria de mi amigo el chino lee (desde aquí recomiendo su blog). No sabía nada acerca de Sookie Stackhouse, ni sobre la saga de novelas “Vampiros sureños”, de Charlaine Harris. Lo que me decidió a echarle un ojo a “True Blood”, la adaptación a la pequeña pantalla de estos libros, fue que venía auspiciada por Alan Ball, el creador de la estupenda serie “A dos metros bajo tierra” y guionista de “American Beauty”, esa corrosiva revisión del american way of life que filmó con cáustica mala uva Sam Mendes.
Y he de admitir también que, una vez más, Ball da en la diana. Estoy definitivamente enganchado a esta revisitación del mito vampírico localizada en la America profunda.
Sexo, mucho sexo; y sangre, claro, (va de lo que va) son los elementos que, a primera vista, más llamativos se nos avanzan. Pero tras ellos, están unos guiones perfectamente hilvanados, con capacidad para sorprender, haciendo girar las tramas cuando menos lo espera el espectador. Una hábil mezcla de misterio, suspense, drama e incluso comedia. Y unos personajes jugosos, con trasfondo e imprevisible recorrido.
En este plano, me parece de justicia destacar un casting bastante afinado, en el que destacan, especialmente, Anna Paquin (la Pícara de “X-men”, algo de ello conserva su personaje), que insufla a la camarera Sookie un halo entre naif, desconcertante e ingenuo completamente pretendido; y sobre todo, Stephen Moyer, el vampiro Bill, auténtico amo de la función, con un magnetismo enigmático que agarra. No me olvido de personajes tan estupendos como el de Tara que encarna, expeditivamente, Rutina Wesley; o el de la abuela Adele, deliciosamente interpretado, como no, por la veteranísima Lois Smith.
Es de agradecer además que la historia proponga ciertos desmarques respecto a los tópicos del género y algunos toques de originalidad. La permisa de la que se parte es que los vampiros se han dado a conocer públicamente y conviven con los humanos. Se alimentan de sangre sintética y aparentemente no deberían ser un peligro, pero eso está por verse… En esto, Sookie (una chica con el poder especial de leer la mente) y Bill (un vampiro muy diferente a los de su género) experimentarán una súbita atracción tan especial como peligrosa. Y todo pasará en la húmeda, calurosa y sureña Louisiana, en un pequeño pueblo, en el que las vidas de sus habitantes se cruzan, mezclan, interrumpen y despiertan a nuevas realidades.
Las influencias de “True Blood” son variopintas, si bien quizás sean particularmente palpables las de los libros de Anne Rice (“Entrevista con el vampiro”), cintas como “Jóvenes ocultos” e incluso alguna que otra novela gráfica. Nada que ver con Buffy y otras ñoñerías similares, por supuesto.
Finalmente, advierto que no es un producto para todos los paladares ni públicos. Está parido por la HBO, lo que da una idea de a que me refiero; y se aprovecha con saña de esa atracción malsana que sentimos hacia lo perverso y oscuro. En este sentido, las imágenes de los títulos de crédito iniciales, con Jace Everett cantando de fondo “I wanna do bad things with you…”, son toda una explícita declaración de intenciones.

By Harry Callahan

WEB OFICIAL SERIE TV:
http://www.hbo.com/trueblood/

WEB DE LA ESCRITORA DE LOS LIBROS:
http://www.charlaineharris.com/