domingo, 1 de febrero de 2015

"NIGHTCRAWLER": Dream is Over

Un mundo que se alimenta del aprendizaje online de las reglas del mercantilismo y de la voladura de cualquier frontera que impida la deshumanización, excreta diarreicamente tipos como Lou Bloom. El american way of life ya no es un anuncio de Marlboro. Ni el sueño americano se resume en las palabras iniciales que en "El Padrino" monologa el funerario Bonasera. Dream is Over. La ahora pesadilla yanqui se emparenta más con la peripecia codiciosa de los paletos anabolizados de “Dolor y Dinero”; o, yendo al meollo, con la sanguijuela repugnante que encarna un aterrador Jake Gyllenhaal, en este “Nightcrawler”, primo, en sociopatía, del Travis Bickle de “Taxi Driver”
“Luna Nueva”, “El gran Carnaval” o “Network” son clásicos Disney risibles, irónicamente cómicos, superados por el hoy que, con incomodante veracidad, vivisecciona la opera prima de Dan Gilroy, que desnuda, sin concesiones, la voracidad rivalista y cainita de una sociedad que, como suerte de nuevo Saturno post Lehman Brothers, devora a sus hijos con fruición en cualquier restaurante fastfood.

                                                           Bloom al filo de la noticia


Y es que, “Nightcrawler” no solo tira con bala de punta hueca (y obviedad) al periodismo de tinta roja, del que apostataría cualquiera de los santurrones de la redacción de "The Newsroom"; sino que ecografía con vividez el fracaso (nunca oficialmente reconocido) del capitalismo sin domesticar, como supremo mandamiento laico de un país que lo lleva en su ADN, atávicamente.



Gilroy y Ghyllenhaal, guión en mano

No obstante todo ello (y su vocación indie) no hablo de un filme de arte y ensayo. La película encima tiene la bendita chulería de emascararse como thriller de los soberbios, emparentado en lo estético y conceptual con Michael Mann, el Wind Refn de “Drive”, o el Walter Hill de “Driver”, en el que se quema rueda en una urbe nocturna de neón y asfalto, de viento en las palmeras, de sonido de escáneres policiales, de amaneceres que nunca traen las alas con las que escapar de una ciudad en la que ya no quedan ángeles, pese a su nombre.


NOTA: 9/10

TÍTULO ORIGINAL: Nightcrawler