domingo, 1 de enero de 2012

"BREAKING BAD (SERIE TV)": Un cocinero maestro llamado Heisenberg

"El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo". Esto es lo que se conoce, precisamente, como efecto mariposa, que dentro de la teoría del caos, hace referencia a que en un determinado sistema caótico, una pequeña perturbación, puede generar un efecto considerablemente grande a mediano o corto plazo. 

Esta es la premisa básica de la que parte “Breaking Bad”, al contarnos el accidentado descenso a los infiernos de Walter White, un profesor de instituto de mediana edad, cuya existencia no pasa precisamente por el mejor de los momentos. Las acuciantes deudas le obligan a denigrarse lavando coches. Y ello pese a que es todo un genio de la química que, desde hace años, podría nadar en dólares de no ser por la pasada que le jugaron una pareja de supuestos “buenos amigos”. 


No obstante, como sin piedad adjudica la certera “Ley de Murphy”, si algo es susceptible de empeorar, ten por seguro que bien lo hará. Y ello es axioma en el sistema caótico vital de Mr. White, que, además de tener un hijo adolescente con parálisis cerebral, y de quedar su mujer nueva y accidentalmente embarazada, para colmo de azares, es diagnosticado de cáncer de pulmón lo que, definitivamente, hará que se replantee su vida y tome una insólita decisión que será la perturbación que cambiará radicalmente la existencia de todos cuantos tienen algo que ver, si quiera remotamente, con el amigo Walter. 


Y es que, concretamente, nuestro protagonista, con el objetivo de proveer a su familia un futuro imprescindiblemente mejor para cuando no esté, decide apostar por la más radical de las decisiones posibles, la única que le permite hacer pasta tan rápido como necesita: dedicar el poco tiempo que le queda a aprovechar sus proverbiales conocimientos químicos para “cocinar”, en secreto, cristal de meta-anfetamina, una popular droga para cuya elaboración solo hace falta ir de compras a la ferretería de la esquina. Ello le convertirá, a velocidad speedica, en los ambientes narcos, en el misterioso Heisenberg, toda una leyenda del tráfico de estupefacientes en el fronterizo Nuevo México, sobre el que se compondrán y cantarán los más míticos corridos. 

Narcocorrido de Heisenberg

Y si el planteamiento de la serie, así contado, resulta obviamente tan radical como sorpresivo, el modo en que el argumento toma cuerpo en cada episodio es igualmente todo menos ordinario u obvio. Así, si bien algunos se han precipitado a citar su emparentado con otros productos previos como puedan ser “Los Soprano” o “Weeds”, en mi opinión, la serie creada por Vince Gilligan va mucho más allá, constituyéndose por derecho propio en una de las más sorprendentes, corrosivas y maestras de cuantas pueblan la abultada parrilla de televisión yanqui. 
Por comenzar a desgranar virtudes, la primera quizás sea el perfecto balance conseguido entre drama, género negro y relato mafioso contemporáneo. Y el modo de narrar la historia, con un libreto brillante, diferente en sus modos a mucho de cuanto se ha visto en televisión hasta la fecha, con acertados apoyos descompresivos en un oscurísimo sentido del humor basado en el malsano hábito humano de disfrutar y hasta gozar con la desgracia del prójimo, y más si es ese perro flaco al que todo se le vuelven pulgas. 

Promo de la cuarta temporada subtitulado (spoilers)

Además, esta historia de puntos de no retorno, de planes que se salen de control, esta actualización implícita del mito de Jeckyl y Hyde, este serial de hampones domésticos, es puesto en imágenes empleando una fotografía fronteriza, vívida, imaginativa en sus puntos de vista, propia del cine indie más afortunado, a la que ayuda impagablemente un montaje y selección musical de lo más idónea, pese a lo insólita que resulta en ocasiones la elección de sus temas. 


Por el camino hay pullas a herir con sangre contra el sistema de salud capitalista americano, reflexiones esencialistas sobre qué es y para qué sirve el dinero, y una evolución siempre lógica, aunque nunca previsible, de personajes portentosamente caligrafiados y encarnados por un casting adecuadísimo. Y aquí entro deliberadamente en el capítulo de las obviedades. Todo el elenco actoral saca nota brillante en la personificación de sus roles. Sin embargo, por razones contundentes, hay que destacar a Bryan Cranston. La personificación del absoluto protagonista de la serie es una de esas que perdurarán en la retina del espectador por décadas. Su Mr. White es gangster, padre y esposo, a cuotas iguales. Es Inteligente, animal, violento, frágil, egoísta y, al fin y a la postre, un buen hombre que rompe a ser malo (como delata el título de la propia serie). La riqueza de matices, expresividad y modulación vocal (imprescindible ver en VO, el doblaje es criminal), convierten el trabajo del actor de California en una autentica lección de verismo y autenticidad interpretativa. 

Entrevista a Bryan Cranston sobre su personaje (spoilers)

Pero lo mejor del asunto, es que también encontramos secundarios de los llamados de oro. De entre los que, si injustamente tuviese que quedarme con uno, lo haría con un inmenso Giancarlo Esposito que construye un antagonista sencillamente brutal, al que, además, los guionistas dotan de una profundidad psicológica y un background que lo convierten en lo que uno siempre le pide a los malos, que sean buenísimos. Pero ya digo, sería un acto de injusticia, porque desde el cuñado agente de la DEA, al que da vida Dean Norris, que al fin encuentra un rol en el que brillar en su dilatada carrera relegada a la serie B; hasta el picapleitos sin escrúpulos representado con comicidad prodigiosa por Bob Odenkirk; pasando por RJ Mitte y Anna Gunn, hijo y esposa de Walter; y alcanzando al veteranísimo Jonathan Banks, hombre para todo del capo Gustavo Fring; todos, absolutamente todos, componen una fauna de personajes tan singulares como apropiadísimamente encarnados. 

Aaron Paul (Jesse Pinkman) y Giancarlo Esposito (Gus Fring)

No se a quién habrá cabreado Vince Guilligan, pero así las cosas, lo único malo de “Breaking Bad” es el olímpico desprecio que sienten, temporada tras temporada, los premios por ella, lo que la convierte en aún más genuina, outsider, de culto y, en pocas palabras, legendaria. 
De momento se han emitido cuatro temporadas (en las que anecdóticamente diré que se habla mucho español) y que enganchan como el cristal que cocinan sus protagonistas. La AMC ha cerrado además con su creador los últimos 16 episodios, con los que concluirá, parece ser, definitivamente la serie. Lo que falta por revelarse es cuando y como se emitirán. Lo que si es seguro es que, tan pronto salgan al aire esa 16 perlas, éste que firma estará clavado frente al televisor para no perderse ni un solo segundo de la prometedora conclusión de una de las mejores series que ha parido la televisión en la última década. 

By Harry Callahan 

NOTA: 9,5/10 

TÍTULO ORIGINAL: “Breaking Bad” 

ESCUCHA ESTA CRÍTICA EN PODCAST CON EXTRAShttps://dl.dropboxusercontent.com/u/224337446/breakingbadcritica.mp3


WEB OFICIAL: http://www.amctv.com/shows/breaking-bad
WEB DE "WALTER WHITE": http://www.savewalterwhite.com/