domingo, 20 de noviembre de 2011

"UN DIOS SALVAJE": Cáustica mirada a lo que somos y negamos ser

Yasmina Reza no podía haber encontrado mejor compañero de viaje, para la adaptación de su obra de teatro "Carnage", que Roman Polanski. La autora francesa, que ya se asomó a la naturaleza del ser humano en su celebrada obra "Arte", posee el mismo bisturí sociológico, buena parte del descreimiento existencial y un mucho del humor sardónico y oscuro que, perfectamente, se le puede imputar al autor de la reciente "El escritor". Buena prueba de esta sincronía de planteamientos vitales y creativos es que, no solo Polanski dirige este "Un Dios Salvaje", sino que también ha coescrito con Reza el libreto que sirve de base al filme.
Este matrimonio creativo, mejor avenido por suerte que los retratados en la obra, ha parido una adaptación extraordinariamente fiel al relato teatral, del que preserva su esencia y mordaz intención, que no es otra que escudriñar malsanamente en lo que realmente somos y en lo que nos esforzamos en aparentar ser.

El casting protagonista, en estado de gracia

Con las tintas cargadas de incorrección política y mala baba psicosocial, Reza y Polanski nos proponen una lúcida y demoledora disección de todas las parafernalias, convenciones y tópicos con que nos armamos para relacionarnos con aquellos con los que nos topamos día a día y con los que convivimos estrechamente, para tratar de evitar que salga a flote lo que realmente somos en última instancia: hijos de un Dios salvaje, egoísta y primitivo.
Y para ese empeño, aquí, como en la obra de teatro, el vehículo usado es tan arriesgado como efectivo: un sentido del humor tan negro y ácido como empático con el espectador, que se divierte, sin vergüenza, al reconocerse (o reconocer a quienes conoce), en los personajes protagónicos que tratan de sobrevivir a un festival de comentarios, diatribas y dardos tan envenenados como plenos de autenticidad y verismo, en esta metafórica carnicería (que es como se titulan película y obra de teatro originalmente).

Polanski dirigiendo a sus actores

Con todo ello, y por si no fuera poco, lo que mas me ha ganado del filme es que sabe escapar con soltura de los corsés que casi siempre amordazan el paso de la obra teatral a la pantalla de cine, dando como resultado que lo que vea el espectador no sea otra cosa que teatro filmado. Aquí no, la gran aportación de Polanski y de su innegable buen hacer como cineasta, es dimensionar el relato en coordenadas cinematográficas, apoyándose para ello en una diversidad de planos, puntos de vista fotográficos y montaje, que agilizan y nos hacen olvidar que todo transcurre entre cuatro paredes y entre cuatro personajes que no cesan de hablar.
Para el final me dejo lo obvio: que la guinda del pastel es haber contado con un elenco actoral difícilmente superable, aunque esto sea un lugar común de todas las críticas que sobre la película se viene haciendo. Pero es que Jodie Foster, John C. Reilly, Christoph Waltz y Kate Winslet están precisos, convincentes, reales, perfectos, cada uno en su arquetipo, en su misión de irse pelando las capas de impostura e hipocresía, para descubrirnos lo que realmente pensamos y no decimos, lo que verdaderamente haríamos y nos contenemos; lo que, en suma, somos y nos empeñamos en negar. 

By Harry Callahan

NOTA: 8,5/10


ESCUCHA ESTA CRÍTICA EN PODCAST CON EXTRAS: https://dl.dropboxusercontent.com/u/224337446/undiossalvajecritica.mp3

TÍTULO ORIGINAL: "Carnage"
DATOS ADICIONALES: http://www.imdb.es/title/tt1692486/
SOBRE LA MÚSICA DEL PODCAST: http://www.jamendo.com/es/track/732583