domingo, 13 de julio de 2008

SERIES: "MUJERES DESESPERADAS" otro final de temporada que mira al futuro

Tanto en USA como en España ya se ha podido ver el final de la 4ª season de “Mujeres desesperadas (Desperate Housewives)”. Lo que más sorprende (o quizás no) es que, al igual que ocurrió con el fin de la tercera temporada de “Lost”, la serie creada por Marc Cherry apuesta también aquí por un final en el futuro, concretamente, cinco años después. Esto se me antoja un acierto y, a la par, una necesidad. Argumentalmente, la serie creo está agotada tras cuatro años en los que al círculo de personajes básicos les ha pasado todo lo que sus perfiles podían más o menos admitir. El serial, por otro lado, ha perdido la capacidad de innovación y el mordiente más o menos oscuro que poseía la primera temporada, sin lugar a dudas, la mejor. De ella me cautivó el modo en que “American Beauty”, la demoledora película de Sam Mendes, se había convertido en ingenioso show televisivo de gran calidad. Pensar en como llegaron a la serie personajes como Mike u Orson y el punto en el que ahora están, puede darnos una muestra de cierto aburguesamiento de la idea original, que está más ahora por ser un producto blanco para toda la familia que discurrir por vericuetos más o menos siniestros como al comienzo sucedía.
Sobre lo que deparará la nueva temporada ya en rodaje, entiendo que en esos cinco años habrán pasado muchas cosas; y la entrada de nuevos personajes pueden refrescar la franquicia, espero y deseo que alejándose de la reiteración de tópicos de final previsible a los que últimamente se ha recurrido. No obstante, sería injusto no reconocer que ha sido un año complicado por huelga de guionistas, por lo que justo es no hacer más sangre a este respecto.
En lo edificante, del conjunto de la season, destacar por inusual la apuesta por la espectacularidad con el episodio del huracán, derroche de presupuesto del que, no obstante, creo no se extrajo todo el jugo posible; y respecto de los dos episodios finales, agradecer la antes dicha apuesta por cerrar un ciclo y abrir otro sin dejar demasiados hilos sueltos (como es marca de la casa), a excepción, claro está, del anticipo de lo que deparará el futuro a las protagonistas y que el espectador puede atisbar con varios flash forward, de entre los que me quedo por sorpresivo, con el de Susan y, por cómico, con el de Gaby.

by Harry Callahan