miércoles, 25 de junio de 2008

EN CARTEL: "El increible Hulk", dos filmes en uno.

Si en su momento me llamó la atención que “Hulk” fuera dirigida por Ang Lee, parecida sorpresa me causó saber que iba a estrenarse, en relativamente poco tiempo, otro film sobre La Masa, que no era precisamente una secuela y que estaría protagonizada por Edward Norton.
Mi sorpresa fue aún mayor cuando supe que Norton no sólo encarnaba a Bruce Banner, sino que su compromiso con la película era tal que además había escrito parte del guión (si bien no consta finalmente acreditado), e incluso había rodado algunas secuencias de la cinta. Y es que coincidiremos que un blockbuster de este tipo no parece ser el habitat natural de un actor que tiene en su carrera cintas como “American History X” o “El club de la lucha”.
No obstante, mi filia hacía Norton y que produjese el film la Marvel me hizo albergar esperanzas de que el asunto cuajase en un producto lejos del fallido antecedente de Ang Lee, y mucho más próximo a la mítica serie de TV que con el título de “El increíble Hulk” había sido todo un éxito a finales de los 70. Visionada la cinta, me siento decepcionado.
Lo primero que puede decirse es que, como le ocurre a la personalidad dual del científico protagonista, estamos ante dos películas dentro de una. Me explico. Toda la primera mitad de metraje raya el notable. Con unos excepcionales títulos de crédito iniciales (aprovechados para poner en situación al espectador); unas escenas de persecución vibrantes, rodadas en un escenario tan complicado como llamativo y que concluyen en la primera aparición de un Hulk intuido y aterrador. Norton además está sencillamente perfecto en su roll, gesto y fragilidad (ejemplo, momentos después de la desconversión); y el libreto avanza con el tempo justo, atesorando incluso emotividad en momentos como el reencuentro de Banner y su novia. Todo ello está captado por la cámara, suponemos que del galo Louis Leterrier (o quizás me atrevería a asegurar que del propio Norton, la mayor parte del tiempo) con una espectacularidad nada cacharrera. Incluso sale Lou Ferrigno, la Masa en la serie de tv, en un genial cameo, además del habitual de Stan Lee en las películas de sus creaciones. Pero a partir de la mitad de la cinta, coincidiendo con que la pareja protagonista pasa la noche en un motel y a Norton, curiosamente, le cortan el pelo, la cinta, como le ocurriera a Sansón tras pasar por las manos de Dalila, pierde todo su fuelle, buen hacer y virtud, para convertirse en una sucesión de obviedades, efectos especiales, y simpleza narrativa, que desembocan en una pelea final tan ruidosa como mal resuelta. Una segunda parte de filme que es larga y está cuajada de personajes con psicologías ausentes.
El porqué de esta bipolaridad probablemente reside en los conflictos artísticos habidos entre Norton y el propio director del filme con la Marvel. Los primeros propusieron un montaje rechazado por la segunda por largo y excesivamente “aburrido”, con "demasiado diálogo" y poca acción... De hecho, la editora ahora metida a productora rehizo el referido montaje amputando todo lo que en su opinión sobraba. Esto es lo que se estrena ahora. Un producto que pretende contentar a todos los públicos posibles, adultos fans del comic y la serie y niños (¿por qué sino termina del modo que lo hace el combate final?); una cinta con la que vender mucho merchandising. Da igual que por el camino personajes como los que infrainterpretan William Hurt y Tim Roth quede planos o que todo se precipite y pase a ocurrir impulsivamente, sin demasiada justificación.
Edward Norton, ante semejante “Frankenstein”, se ha desentendido de la promoción del filme y le alabo el gusto. Supongo que su decepción ha sido similar a la mía al comprobar que a la Marvel preocupa más la taquilla y vender muñecos verdes que dar calidad a las adaptaciones de los personajes de sus cómics.
Ya estoy esperando el montaje de Norton que sin duda caerá en DVD en no demasiado tiempo.
By Harry Callahan

NOTA: 6/10
DATOS TÉCNICOS: http://www.imdb.com/title/tt0800080/