domingo, 8 de junio de 2008

SERIES: "HOUSE" , un final de 4ª temporada con nota

Hace unos días, tuve al fin la oportunidad de ver el capítulo doble que cerraba la cuarta temporada de la serie norteamericana “House”.
Desde aquí vaya por delante que admito ser devoto fiel del excéntrico doctor del imaginario Princeton-Plainsboro, al que envidio sinceramente en su modo de despacharse con el mundo. Además, me encanta el modo en que su creador, David Shore, y el productor Bryan Singer han sabido trasponer el mito literario de Sherlock Holmes y el Dr. Watson al género de los seriales médicos.
Ello no es óbice para concluir, con objetividad, que este doble episodio cierra con muy notable brillantez una season a su vez particularmente acertada. Y es que el equipo de guionistas, sin apartarse de las claves esenciales del producto han sabido reinventar tramas y dinámicas narrativas con palmario éxito. Así con el oportuno pretexto de la situación en la que quedaron House y su departamento al final de la tercera entrega, se ha propiciado la entrada en escena de un grupo de nuevos personajes que han sabido refrescar una fórmula que, tras 70 capítulos y tres años de emisión, corría el riesgo de reiterarse en demasía.
Así, el particular casting originado para conformar el nuevo equipo de trabajo del protagonista, en unión del buen tratamiento argumental dispensado a los habituales casos clínicos, han sabido colmar las expectativas de los espectadores que cada semana esperan frente a su televisor administrarse su correspondiente pildorazo de ironía, mala uva y genialidad, de idéntico modo que el doctor Greg House (siempre impagable Hugh Laurie) se despacha vicodina.
Pero, particular subrayado merece, en este sentido, el episodio doble al que me refería al principio. Rodado con un evidente despliegue de medios técnicos, inhabitual en series de este tipo y utilizando una narrativa ágil y sorpresiva (heredada de aquel fantástico episodio de la primera temporada en la que se desvelaba el porque de la cojera de este médico brutalmente sincero), “La cabeza de House” y “El corazón de Wilson”, que así se llaman metafóricamente los dos capítulos en cuestión, consiguen intrigar, asombrar y, al final, incluso emocionar, ante unos últimos minutos especialmente vibrantes.
Renovada por una quinta temporada que dará comienzo presumiblemente el próximo septiembre, y en la que veremos como sobrevive tras lo ocurrido en ésta la amistad entre House y Wilson, es indiscutible que la serie ha conseguido concluir con nota un año especialmente complicado por la huelga de guionistas que azotó Hollywood hace unos meses, y que, no obstante, causó un inevitable parón y que la presente season quedara finalmente conformada únicamente por 16 capítulos.

By Harry Callahan

2 comentarios:

Montiel de Arnáiz dijo...

Nosotros lo habíamos visto hace tiempo por aquello de seguirlo en inglés con subtitulos, disfrutando de las andanzas de la "zorrona zascandila" y el resto de discípulos de House. Coincido en que el episodio fue realmente bueno, saliéndose de la tónica de serie para después de comer de los últimos episodios.

harry callahan dijo...

Amigo Baraka, coincido contigo en que los tres o cuatro capítulos anteriores al capitulo doble final fueron flojitos, por el asunto de la huelga de guionistas, pero el resto de la témporada y el final de la misma, ya digo, estupendos.